Somos un grupo de jóvenes socialistas que nos sentimos vinculados por una manera de ver y comprender la sociedad a través de una mirada fraguada a lo largo de muchos años de inquietud y compromiso intentando descifrar el mundo que nos toca vivir, y de algo fundamental para nosotr@s, una militancia cargada de tolerancia activa y compromiso.
Siempre hemos entendido que las Juventudes Socialistas y el PSOE eran las organizaciones más acordes con nuestro ideario político para transformar la sociedad, un fabuloso medio pero nunca un fin en sí mismo. Por tanto, asumimos que nada ni nadie se encuentra por encima de la sociedad y de la ciudadanía. El socialismo, por más que centenario sea en nuestro país, dejaría de tener sentido si abandonáramos sus principios motores; principios que se han ido enriqueciendo con el devenir histórico y que nos muestran que no hay debates estériles ni verdades absolutas, que la palabra de un dirigente no vale más que la de un afiliado y que cuando se coarta la libertad de expresión, sea sutil o manifiestamente, estamos desdibujando una de las señas de identidad del mismo desde su fundación: soñar con un mundo mejor y trabajar para lograrlo.
Sabemos perfectamente de la importancia que tiene la gestión del día a día, la enorme responsabilidad de estar presente en las instituciones, pero también que nada de esto es incompatible con el debate político a todos los niveles.
Del mismo modo, somos conscientes del momento crítico por el que estamos atravesando, y no nos referimos sólo a las circunstancias económicas adversas para el mantenimiento del Estado del Bienestar y de los pilares y valores que lo sustentan. Esta crisis está suponiendo todo un desafío para la izquierda europea, particularmente para los partidos socialdemócratas, incapaces de formular e implementar un modelo económico y social viable y al mismo tiempo distinto al del neoliberalismo económico imperante, que ha terminado traduciéndose en un nuevo conservadurismo en lo social.
La llamada por muchos “dictadura de los mercados” está dejando un escasísimo margen de decisión a los gobiernos progresistas, que se ven obligados a adoptar medidas en contra de sus principios y de su electorado para no provocar un colapso económico y político en sus propios países, en Europa e incluso en el planeta. Se nos cuenta que no hay más doctrina posible que la impuesta por Merkel, Sarkozy, el FMI o lo que es peor, las agencias de calificación económica internacionales. En resumidas cuentas, podemos afirmar que la llamada Tercera Vía de la Socialdemocracia ha fracasado y esta situación es interpretada por algunas y algunos ciudadanos como que no hay más camino que el del liberalismo a ultranza, tal y como exige esa entidad difusa que unos llaman “mercados” y otros directamente el capital.
El avance imparable de la derecha también lo hemos comprobado en España. En las pasadas elecciones obtuvimos los peores resultados electorales de nuestra historia reciente, dándose a su vez la gran paradoja de que los votantes han optado mayoritariamente por gobernantes que defienden las políticas que han desencadenado esta crisis y se han decantado por la versión ideológica original del capitalismo más salvaje. Así, parece que a fuerza de repetir que no existe alternativa posible, la política se ha puesto al borde del precipicio.
En este sentido, si por algo se han caracterizado tanto las Juventudes Socialistas como el Partido Socialista Obrero Español ha sido y debe seguir siendo su enorme capacidad de adaptación a los cambios sociales. Hemos evolucionado desde el marxismo a la socialdemocracia, pasando por distintas fases de la misma. Ahora iniciamos un nuevo ciclo histórico donde resultará imprescindible seguir buscando nuevas fuentes ideológicas a partir de la motivación y el esfuerzo, que sumadas a las existentes nos terminen ayudando a interpretar la realidad y sobre todo, a superar los problemas de la misma.
Así pues, ser socialista -y con más razón ser gobernante socialista- nunca implicará conformarse con lo comúnmente establecido, más bien al contrario. Claro que una cosa es el discurso y otra es la acción. Y la acción comienza con la palabra y con la disposición a tener la mente abierta para escuchar a todo el mundo, de manera muy especial a las críticas que nos vienen desde la izquierda social. Creemos que esta circunstancia resulta fundamental para poder avanzar y no quedar estancados pretendiendo comprender un mundo nuevo con premisas que hoy en día ya pertenecen a otro pretérito.
La crisis general de la izquierda no puede ser excusa para permanecer con los brazos cruzados en nuestras estructuras más próximas. Hasta el momento, no encontramos grandes líderes dispuestos a orientar la brújula política hacia otros puntos cardinales, nos dicen que tampoco contamos con un sistema ideológico y práctico que constituya una auténtica alternativa a la derecha. Pero sí sabemos que sólo con el debate, la permeabilidad hacia las demandas de los nuevos movimientos sociales y cívicos, la consideración hacia un buen número de intelectuales, las más de la veces críticos, estaremos abonando el campo para que brote un nuevo paradigma. Nuestro compromiso con el conocimiento, la innovación, el pensamiento científico, y el respeto por nuestro medio como máximas seguramente nos garanticen la evolución hacia un estadio mejor.
Ni somos, ni nos sentimos los salvadores del socialismo y mucho menos del mundo, sería estúpido tener esa pretensión. Sencillamente no nos resignamos a tener que vivir con sueldos mileuristas o estar en el paro eternamente; a que el sector público se vaya desmantelando progresivamente, a que el individualismo vaya ocupando cada vez más espacio en detrimento de las organizaciones sociales –entre las que se incluyen los partidos políticos y los sindicatos-, a que la desregularización del Estado permita que los ricos cada vez sean más ricos y los pobres más pobres, a que los gobiernos estén secuestrados por la Banca, a que ciertas organizaciones privadas de carácter religioso tengan el poder de orientar las políticas públicas, a que la política definitivamente sea engullida por la economía especulativa… Y ante este panorama, es obligatorio preguntarse qué parte de responsabilidad tenemos como jóvenes militantes políticos.
Es absolutamente esencial pensar en el futuro. Para ello es preciso admitir el libre pensamiento, abandonando la amenaza de que “quien se mueve no sale en la foto”. Necesitamos practicar la democracia interna, pues aunque los cauces existen estatutariamente, lo cierto es que es común que la información sólo fluya en una dirección, de arriba de abajo. Ya no hay excusa para evitar los debates más polémicos bajo la frase del “ahora no toca”.
Desgraciadamente no tenemos la fórmula mágica para lograr inmediatamente todos nuestros propósitos, como también sabemos que esto no se arregla ni con un solo debate, ni con una sola Conferencia Política ni siquiera con un Congreso. Seguramente tenga que pasar mucho tiempo, pero cuanto antes comencemos a caminar antes encontraremos lo que desde hace más de 100 años buscamos colectivamente.
No tendremos ahora todas las respuestas, pero sí sabemos algunas de las preguntas a formular. Y para encontrar esas respuestas, hemos de repetir que no nos resignamos. Por ello reivindicamos:
- El debate ideológico a todos los niveles como instrumento de transformación imprescindible, indisolublemente unido al derecho de cualquier militante a expresar sus ideas, incluida la discrepancia con la dirección del Partido, sin temor a sentirse marcado, excluido o ridiculizado.
- La revitalización de las estructuras locales, tanto orgánicas como institucionales, fortaleciendo la idiosincrasia municipalista socialista y la militancia activa.
- El ecologismo y la sostenibilidad como estrategias para el desarrollo, con especial incidencia en un modelo energético limpio y justo.
- El carácter internacionalista del Socialismo y por ende, la cooperación internacional como una de las vías para cumplir nuestro fin.
- La globalización de los derechos y no sólo de la economía, reconociendo que el origen de los grandes movimientos migratorios radica en la pobreza y los conflictos sociales.
- La igualdad entre mujeres y hombres, la defensa del feminismo y los derechos LGTB.
- La transparencia política.
- La laicidad como garantía de tolerancia, respeto y convivencia.
Habrá quien piense que no proponemos nada nuevo, también habrá quien crea que nuestro manifiesto no es más que un brindis al sol. Ni una cosa ni la otra. Si los temas no son novedosos, habremos de preguntarnos por qué después de tanto tiempo siguen vigentes. Si los temas parecen utopías, tendremos que visualizar los sueños para crear las herramientas que nos permitan alcanzarlos. Por eso, a nuestra manera de ver, todos estos puntos no serán más que ejes sobre los cuales construir el proyecto político del socialismo en España.
Para terminar, aunque debería ser innecesario decir lo siguiente: tan sólo hemos querido trasladar con este manifiesto una síntesis colegiada de nuestro sentir político, manifestado libremente y con la intención de construir y no lo contrario.
Como se ha dicho tantas veces nuestras organizaciones no son una banda ni una continua asamblea. Las direcciones actuales merecen todo nuestro respeto como también lo merecen todas las voces de la militancia. Creemos firmemente que todas las diferencias orgánicas los problemas se pueden resolver con más generosidad y tolerancia.
Así, nuestro manifiesto busca generar confianza en la política y confianza en el socialismo desde una perspectiva joven. Esperamos que nadie malinterprete nuestra actitud, pues no pretende ser si no una modesta aportación al cambio de inercias y vicios que con el transcurso de los años hemos podido se han ir generando.
No es verdad que seamos una generación perdida, porque ahora estamos donde estamos, en el centro del problema y como parte imprescindible de la solución. Hace tiempo podíamos estar obviados, pero ahora estamos si cabe más presentes. Por eso, nuestra reacción inmediata ha sido la de acordar y suscribir este manifiesto y lo que representa desde el valor y la generosidad, esperando que fructifique en un socialismo verdaderamente republicano, es decir libre. JÓVENES POR LA RENOVACIÓN.
- Abraham El Fakir Bravo, Concejal del Ayuntamiento de Yunquera de Henares (Guadalajara)
- Alicia Morales de la Llana, Secretaria de Educación de JSCM
- Alvaro Palma, Teniente Alcalde de Castalla (Alicante)
- Amaya Rodriguez, Secretaria General de JS de Larranga (Navarra)
- Ana Telechea Aragón, militante de JS de la agrupación de Polanco (Cantabria)
- Bárbara Cobo García, Secretaria de Política Institucional de Villaescusa (Cantabria)
- Borja de la Cueva, militante de JS-Guadalajara
- Borja Sainz ahumada, militante de Torrelavega (Cantabria)
- Carlos Rubio Arcediano, Concejal en el Ayuntamiento de Peñalen (Guadalajara)
- Eneko Abal Pastor, Presidente del Comité Nacional de JS de Navarra
- Enrique Lorente Gonzalez, Secretario de Formación, Ideas y Programas de JSCM
- Eva Catalán Lozano, Secretaria de Igualdad de JSCM
- Inti Ortega Tobar, Secretario General de JS de San Roque (Cádiz)
- Isaac Prado Gutiérrez, Secretario General de Camargo (Cantabria)
- Ismael Saiz Marín, Secretario de Formación de Torrelavega (Cantabria)
- Javier Ramiro Larrio, Secretario de Organización de JS-Guadalajara
- Jesús Herrero Poza, militante de JS-Madrid
- Jesús Ruiz Calvo, Secretario General de JS Alovera (Guadalajara)
- Jordi Lledó, Concejal de Mareny de Barraquetes (Valencia)
- Jorge del Castillo Morales, Vicesecretario General de la agrupación local de JS de Guadalajara
- Jorge Gayoso, militante de JS-Guadalajara
- Jorge Lasheras Sierra, Presidente de la Comisión de Garantias de JS de Navarra
- José Antonio Rodríguez Gutiérrez militante de la agrupación de JS de Torrelavega (Cantabria)
- José Carlos Orpi, Secretario General de JSPV
- José García Salinas, Concejal del Ayuntamiento de Cabanillas del campo (Guadalajara) y Vice portavoz de la CEP del PSOE-Guadalajara
- José María Amarante Moreno, Secretario de Medio Ambiente y Educación de Torrelavega (Cantabria)
- Lidia Aso Jiménez, Concejal de Campillo de Ranas (Guadalajara)
- Lidia Tierraseca, concejal del Ayuntamiento de Sacedon (Guadalajara)
- Lucia Rebago Rebolledo, Vicesecretaria General de Camargo (Cantabria)
- Manuel Granado Herreros, militante de JS-Guadalajara
- María José Catalán Chamorro, Secretaria de Políticas Sociales de JSA
- María Luisa Delgado Martínez, Secretaria de Organización de la agrupación de JS en Osa de la Vega (Cuenca)
- Mario Torralbo Tamaral, Concejal del Ayuntamiento de Cardeña (Córdoba) y Secretario de Formación de JSA-Córdoba
- Martin Ruiz Oceja, Secretario General de Escalate (Cantabria)
- Pablo Gómez Manzano, militante de JS-Guadalajara
- Rafael Alonso González, Secretario de Movimientos Sociales, cultura y cooperación de la agrupación de JS de Tabernas (Almería)
- Rocío Andrés Lacour, Concejal del Ayuntamiento de Molina de Aragón (Guadalajara)
- Rocío Cuesta Montes, Secretaria de Organización de Villaescusa (Cantabria)
- Ruben García Ortega, Secretario General de JSGU
- Ruben Malonda, Secretario General de JS de Algemesi (Valencia)
- Santiago Rivero Cruz, militante de JS de Pinto (Madrid)
- Sara Serrano Agudo, Secretaria General de Villaescusa (Cantabria)
- Simón Alcorlo, Alcaldesa de Montarrón (Guadalajara) y Secretaria General de la agrupación local de JS de Guadalajara
- Sergio López Martin, militante de JSA-Córdoba
- Sergio Rojo Muñoz, militante de JS de Chamberí (Madrid)
- Sonia Grueso, concejal del Ayuntamiento de Pobla de Villbona (Valencia)